domingo, 17 de octubre de 2010

Anarquismo - Cambiando el día a día.

Cambiando el día a día
A menos que podamos ayudar a la gente, incluídos nosotros mismos, a perder el miedo, la ansiedad y la inseguridad, no tiene mucho sentido esperar que nos comportemos con sensatez y empecemos a construir una sociedad libre y creativa. Las ideas autoritarias y el odio irracional a chivos expiatorios como los negros o los homosexuales son parte de la locura colectiva.



Afortunadamente, hay personal que ya está trabajando en aras de conseguir una mayor salud mental, y los anarquistas deberían hacer todo lo posible por apoyar estos movimientos.
De éstos, el ejemplo más claro es el movimiento de psicoterapia radical. A grandes rasgos, los grupos de este movimiento intentan rechazar la vieja idea del psiquiatra experto que resuelve los problemas de sus pacientes, en favor de un método en que la gente se autoayude. Por desgracia, son las clases medias neuróticas las que se han beneficiado de esto. Las tarifas de estos grupos de encuentro son demasiado altas para gente como nosotros, y grupos de encuentro centrados en los problemas organizativos de la industria no son la mejor vía para edificar una sociedad nueva.

Existen grupos de terapia de auto-ayuda, sin embargo, que prometen, y podrían servir. Los de mayor éxito parecen ser aquellos con un tipo específico de miembros, tales como depresivos, grupos de mujeres, etc. La gente no tiene porqué ajustarse a situaciones imposibles y deben aprender a autoafirmarse y a expresarse por sí mismos.
Gran parte del caos psicológico que sufren los seres humanos tiene mucho que ver con las relaciones injustas entre ambos sexos; los anarquistas esperan mucho del movimiento de liberación de la mujer. Y no es que todas las feministas sean revolucionarias. La Organización Nacional de las Mujeres, por ejemplo, estaba emocionada ante la perspectiva de que las mujeres tuvieran por fin acceso a los espacios de control de misiles nucleares. Sin embargo, hay una gran corriente anarquista dentro del movimiento feminista, que enfatiza la asamblea, la auto-ayuda y la importancia de que las mujeres acepten y comprendan sus sentimientos hacia los demás. Desafiar la dominación masculina debería conducirnos a desafiar todo tipo de dominación.

El movimiento de liberación de la mujer también ilustra otra evolución prometedora: la tendencia a organizarse en grupos pequeños y colectivos. Si trabajan bien pueden ser de gran ayuda y crear autoestima e los individuos que lo forman. Otros movimientos, como el movimiento gay, asociaciones de demandantes, squatters, grupos de auto-ayuda sanitaria, etc. son positivos por la misma razón. Esta forma de organizarse tiende al desarrollo de la salud mental.
Todo lo que anime a la gente a adquirir responsabilidades y a examinar sus relaciones con el resto del mundo debe apoyarse. Finalmente, esperamos que las actitudes cambiarán lo suficiente para permitir a la gente que vuelva a tomar las riendas de su propia vida.

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